11.10.13

Contrato de alquiler.

Eres un ático con vistas.
Un hogar de altura
cuando tus pies siguen en el suelo.
La luz entrándote en las pupilas
y el reflejo
de un nosotros
resumido en una foto en tu mesilla.
Cuatro pisos interminables
que se dividen en rodillas,
caderas, manos...
Y la sonrisa más larga del mundo.
Aunque
lo que más me gusta de ti
es besarte
las rodillas
después de ver cómo te caes
en el mismo puto estribillo de siempre,
reconozco que tus vistas
son de lo mejor de la ciudad:
ojalá algún día puedas
mirarte de la forma en la que yo te veo.
Sólo así podré
vivirte hasta que expire
el contrato de alquiler.                            

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Mi caja de cerillas no es muy grande... Pero seguro que puedo hacer un huequito para la tuya :)