14.9.11

LA PIEL QUE HABITO.

Sabía que iba decidida a ver algo 'fuera de lo normal' (reconozco que la variedad de críticas alimentaron mi curiosidad) pero jamás pensé que Almodóvar tuviera el valor de reírse en la cara de cada uno de los espectadores de su última película. Cuando se trata de una larga trayectoria profesional, como la suya, llega un momento en el que 'cambiar de registro' puede hacerse más que necesario. Pero no. Almodóvar debió quedarse para siempre en 'Volver', echar la vista atrás y dedicarse a hacer lo que sabe que hace bien. 'La piel que habito' es símbolo de los aires de grandeza a los que nos tiene acostumbrados estos últimos años, una estracanada sin pies ni cabeza que parece que, por llevar su firma, estás obligado a venerar. Saltos de una historia a otra, nexos dudosos, surrealismos varios que me han hecho repetirme en más de una ocasión 'esto no puede ser cierto'. Creo que su intento de adentrarse en el terror y suspense 'sin gritos de por medio', se ha quedado en una mera pantomima: Banderas y su cirujano sin escrúpulos me han parecido el mayor chiste cinematográfico de los últimos tiempos.
Castigo divino merece haber desaprovechado de tal forma a Eduard Fernández, actor al que admiraba hasta ahora y del que espero olvidar su 'pasaba por aquí' para poder seguir haciéndolo. No sé si quiero hablar de la abuelita de la Barbie (Marisa Paredes): las secuencias en las que no está Marilia se hacen más llevaderas.
Creo que salvaré (pero no mucho) a Elena Anaya... Parece ser la única que sabe dónde está. Aunque haya que intuir a su personaje a través de sus posibilidades corporales, dado que su interpretación queda relegada a un segundo plano (quizás por eso la salvo). Para mí diré que es un aceptable 'Segismundo con síndrome de Estocolmo'.
Del resto de actores... Creo que será mejor que extraigáis vuestras propias conclusiones: en mi cabeza suena todo demasiado hiriente.
Y es que hay, sin duda, dos nombres propios en todo este asunto: José Luis Alcaine y su maravillosa fotografía, sin el cual la película hubiera sido mucho más indigesta de lo que ya es y Alberto Iglesias, artífice de una banda sonora inigualable.

5 comentarios:

  1. Pufff, a mi no me llama para nada, pero es que lo poco que he visto de Almodovar tampoco me atrajo demasiado...
    Y esos aires de grandeza... yo creo que los tiene desde siempre; desde el principio se monto un personaje para su dia a dia que a mi me parece agotador y en cierta medida, de divo :S
    Pero a pesar de lo que has dicho, tu que creo recordar que eras actriz o estabas formandote para ello...¿a que aceptarias de muy buena gana un papel en cualquiera de sus pelis? =)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. El día que iba a ir a verla resultó que por la mañana había visto Romeo y Julieta de Franco Zeffirelli, con esos diálogo taaaaan taaaaaaan DIOS escribía mil libros, y es que supongo que por eso me gusta Shakespeare, esconde lo que quiere decir y aún así lo dice. Y por la tarde una versión de Sueño de una Noche de Verano en inglés (una versión bastante fantasiosa. Así que bueno, después de eso como iba a ir a ver una película de Almodobar.

    ResponderEliminar
  3. yo es que como de la última ya salí con cara de tonta pensando que se había reido de todos los que fuimos al cine, ésta había decidido no verla... después de leerte ya es definitivo...
    la veré algún domingo por la tarde, que llueva y que la pasen por la primera...
    besos!!

    ResponderEliminar
  4. jajaja a mi siempre me ha parecido un mamarracho, no la he visto todavia, pero ya te contare

    un beso merymery! :)

    ResponderEliminar
  5. me has bajado las espectativas, esperaré un año o dos para poder verla en México. Qué os pareció "Los abrazos rotos"?

    ResponderEliminar

Mi caja de cerillas no es muy grande... Pero seguro que puedo hacer un huequito para la tuya :)