17.11.09

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Hace nueve meses que no oigo tus tacones al llegar a casa. Ojalá fuera porque has decidido ir descalza de repente, o porque el médico ha prescrito que son perjudiciales para tu espalda. Pero a veces oigo los de la vecina... Y quizás es lo que a veces me obliga a creer que en vez de nueve meses... Hace nueve minutos que te has ido, y que al llegar a casa me reñirás por no haber tendido la ropa.

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Mi caja de cerillas no es muy grande... Pero seguro que puedo hacer un huequito para la tuya :)